Reproducción Cromática VS Cri

El concepto de reproducción cromática hace referencia al modo en que se perciben los objetos cuando los ilumina una fuente de luz. Para valorar la calidad del resultado se deberían tener en cuenta, por lo menos, tres aspectos principales:

  • Fidelidad: la capacidad que tiene una fuente de luz de reproducir fielmente los colores en comparación con una fuente de luz de referencia (considerada ideal).
  • Intensidad (vividness): la capacidad de la fuente de luz de representar los colores de tal forma que los objetos se muestren de forma intensa (vivid, en inglés).
  • Discriminación: la capacidad que ofrece la fuente de luz de permitir al observador distinguir una gran variedad de colores cuando se le presentan simultáneamente.

La relativa importancia que tendrá cada uno de ellos dependerá de la aplicación.

Debido a la necesidad de establecer procedimientos que permitan cuantificar de forma numérica la reproducción cromática, históricamente se han desarrollado diversos métodos que, aunque son útiles, distan de ser totalmente perfectos. Dichas carencias se han puesto especialmente de manifiesto con la aparición de los LED, cuyas distribuciones espectrales son notablemente diferentes de las de aquellas fuentes que sirvieron como base para establecer los distintos procedimientos.

De entre estos métodos, los hay que se basan en la comparación con una fuente de luz de referencia; otros se fundamentan en la amplitud de la gama de colores reproducida; incluso hay algunos que se desarrollan dividiendo el espectro visible en bandas. Aunque, de momento, solo uno, el CRI —índice de Reproducción Cromática—, se aplica extensamente y ha sido aprobado por la Comisión Internacional de Iluminación (CIE).

EL CRI es una medida de fidelidad —cómo de reales se ven los colores cuando se comparan con una fuente de referencia—, pero no tiene en cuenta los otros dos aspectos: la intensidad y la discriminación. De ahí que no resulte contradictorio que, en ciertas aplicaciones, fuentes de luz con CRI relativamente bajos puedan ofrecer resultados cromáticos sensiblemente mejores que otras con un valor superior.

Por tanto, es importante destacar que reproducción cromática y CRI tienen significados diferentes. La primera hace referencia a un concepto amplio vinculado a la percepción —subjetiva— del color. El segundo es un valor numérico obtenido con la intención de cuantificar al primero, a partir de la aplicación de un procedimiento estándar; es decir, objetivo.

En la próxima entrada veremos con más detalle cómo se calcula el CRI y cuáles son sus principales limitaciones, más allá de las ya indicadas aquí.

Equipo ca2L

Objetivo de este blog

Al iniciar este blog, queremos dar la bienvenida a todos los clientes, proveedores, curiosos, competidores, gente relacionada con el mundo de la luz o amigos que, por uno u otro motivo, os habéis querido acercar a él.

Este blog nace sin ningún ánimo de dar lecciones. Aspiramos simplemente a dar nuestra humilde opinión sobre temas relacionados con nuestro sector, a informar de novedades, y también queremos proponeros artículos, imágenes y otros elementos que consideramos interesante compartir, para así contribuir de una manera abierta a concienciar de la importancia de la luz en nuestras vidas, en el sentido más amplio de la palabra vida.

Muchas gracias y esperamos que algunos de los contenidos puedan ser de vuestro interés.

DALI & DALI2

El protocolo DALI (al que también nos referiremos como DALIversión1) se redactó por primera vez a finales de la década de 1990. Desde entonces ha evolucionado como consecuencia de las diferentes transformaciones que ha debido experimentar para adaptarse a las necesidades del mercado. Tales mejoras han propiciado la necesidad de crear una nueva versión, llamada DALI2, cuyas peculiaridades mejoran las prestaciones del DALIversión1. No obstante, el hecho de que ambas versiones coexistan actualmente en el mercado puede provocar cierta confusión, por lo que resulta interesante aclarar qué implica que un producto lleve impreso el sello DALI o DALI2.

¿Qué implica que una luminaria lleve el logo DALI?


Hasta ahora, el logo el sello DALI podía ser usado en cualquier luminaria que contuviera un producto que cumpliera los requerimientos para DALIversión1. Al fabricante tan solo se le exigía ser miembro de la DALI Alliance; no era necesario presentar los resultados de un test exhaustivo de comprobación de cumplimiento del estándar.

¿Qué implica que una luminaria lleve el logo DALI2?

El logo DALI-2, por su parte, indica que todos los componentes de la luminaria están certificados como DALI-2 de forma independiente por la DiiA (Digital Illumination Interface Alliance), entidad externa no vinculada al fabricante. Los productos comprobados quedan registrados en una lista que puede ser consultada en la siguiente web: https://www.dali-alliance.org/products
Cualquier producto que aparezca en la lista ha completado de forma satisfactoria el test de certificación realizado por la DALI DiiA. En concreto, si una luminaria aparece en la lista, este organismo garantiza que:

  • La luminaria está diseñada para operar con cualquier otro componente DALi-2 (controladores, sensores…)
  • La luminaria es compatible con los antiguos sistemas DALIversión1
  • Todos los componentes integrados en la luminaria se han certificado como DALI2, lo que garantiza la interoperabilidad. Así, si por ejemplo, una luminaria incorpora un sensor de presencia, para disponer del sello DALI-2, tanto el equipo del LED como el sensor deberán estar certificados.
  • La luminaria estará necesariamente incluida en la lista de la DALI Alliance https://www.dali-alliance.org/products
¿Qué más aporta DALI-2?


La aparición de DALI-2 no se limita a endurecer las pruebas de comprobación del producto. El desarrollo del estándar es aún más ambicioso y contiene características que no existían en la versión original, centrándose, sobre todo, en la interoperabilidad, los sensores y los controladores, cuyo funcionamiento no estaba regulado en la versión anterior. Así, por ejemplo, DALi-2 define aspectos referentes al direccionamiento desde el sistema de control, prioridades de eventos, etc. En cierta manera se estandarizan aspectos que, en muchos casos, los fabricantes venían resolviendo cada uno a su manera, hecho que comprometía la interoperabilidad del sistema.

¿Qué sucede si combinamos dispositivos DALIversión1 y DALI2?


En situaciones donde encontremos las dos versiones, desde el punto de vista práctico, conviene distinguir las siguientes situaciones:

  • Si utilizamos luminarias con driver DALI-2 en instalaciones antiguas, en las que ya existen dispositivos DALIversión1 —ya sean drivers o el propio controlador—, lo normal es que no experimentemos problemas, puesto que el protocolo DALI-2 está diseñado para poder ser incorporado en instalaciones antiguas.
  • Si utilizamos luminarias con drivers DALIversión1 en una instalación gestionada por un controlador DALI-2, lo habitual es que tampoco encontremos problemas. No obstante, se recomienda realizar una prueba que descarte posibles incompatibilidades. En cualquier caso, se deberá tener en cuenta que en esos equipos no se podrán utilizar las nuevos comandos y características que el protocolo DALi-2 incorpora.
  • Si utilizamos sistemas de control que no están certificados como DALI-2, dado que anteriormente no existía ningún estándar para este tipo de dispositivos, el fabricante del sistema de control nos deberá confirmar si su sistema es capaz de controlar correctamente luminarias con driver DALIversión1.

La certificación DALI-2 comporta una interoperabilidad significativamente mejorada entre múltiples fabricantes en comparación con los sistemas DALI anteriores existentes en el mercado. Por ello, se debería trabajar siempre con productos DALI-2. No obstante, desde una perspectiva realista, hay que ser conscientes de que nos encontramos en un periodo de transición que provoca que, en la práctica —por motivos económicos, de stock, etc.. —, no siempre sea posible disponer de la última versión en todos los dispositivos. En esos casos, realizar una prueba de compatibilidad previa a la instalación parece la opción más razonable.

 

Fuente: www.dali-alliance.org y elaboración propia.

 

Elipse de MacAdam

David MacAdam (julio 1910 – marzo 1998), físico estadounidense, realizó importantes contribuciones en el campo de la percepción del color.

Uno de sus experimentos —quizás el más conocido— se basaba en mostrar dos colores diferentes a una persona. El primero de ellos —color de referencia— se mantenía fijo, mientras que el segundo podía ser ajustado por el propio observador, al que se le pedía  que lo modificara hasta fuera idéntico al color de referencia. Debido a que el sentido de la vista humano tiene una precisión limitada, el resultado estaba siempre sujeto a cierto margen de error. Aun así, MacAdam pudo comprobar que el color que el observador seleccionaba como idéntico al de referencia, aun siendo distinto en cada repetición del experimento, siempre se encontraba incluido dentro de una elipse dibujada en el diagrama de color CIE 1931 (ver figura).

El experimento se realizó para 25 colores distintos y, si bien los resultados obtenidos seguían estando contenidos en elipses, éstas tenían una forma y orientación distintas en función del punto del diagrama elegido. Concretamente, comprobó que en la gama de colores verdes las personas resultamos  menos hábiles distinguiendo matices  que  en el rango más próximo a los azules.

Figura: Diagrama CIE con Elipses de MacAdam (el tamaño de las elipses está magnificado por 10 para poder apreciar sus diferencias)

Partiendo de esta base experimental, las elipses de MacAdam se utilizan actualmente para determinar la consistencia entre colores desde el punto de vista de la percepción humana.

En concreto, se define como elipse MacAdam de un paso aquella en cuyo interior la mayoría de personas es incapaz de detectar alguna diferencia de color. Si, en cambio, estamos tratando una zona en la que la variación cromática se extiende por una zona que es el doble de grande, nos hallamos en una elipse de MacAdam de dos pasos (también denominada 2-SDCM), en cuyo interior se pueden empezar a percibir algunas diferencias entre los colores. Análogamente, en una elipse de tres pasos (3-SDCM) las diferencias serían más notables. Y así sucesivamente.

Debido a la variabilidad de colores producida en la fabricación de los LED, las elipses de MacAdam resultan una herramienta métrica muy útil para definir la dispersión cromática entre bins. Los bins contenidos en elipses de MacAdams inferiores a 3 pasos (3 SDCM) ofrecen resultados muy buenos.

Equipo ca2L

Motivados por la luz: de la casualidad a la pasión

Podríamos contar muchas cosas para hacer creer que la afición por la luz nos viene desde pequeños, pero la verdad es otra: ha sido casualidad.

La verdad es que hasta los veinte y pico años, ninguno de los fundadores de la empresa tuvo relación con el mundo de la iluminación, y que cuando los primeros de nosotros empezamos, fue vendiendo bombillas de recambio en las tiendas y montando focos en una fábrica. Podríamos decir que, hasta entonces, nada de glamour.

Pero nuestro mundo, el mundo de la luz, atrapa. A lo largo de estos 25 años lo hemos hablado muchas veces y con mucha gente, y son muy pocos los que se van del sector de manera voluntaria. A nosotros nos ha ocurrido lo mismo.

Empezamos por casualidad en una tienda del barrio porque un amigo trabajaba en ella. Vendían bombillas, pero podían haber vendido sillas o grapadoras. Pero, poco a poco, el tema nos fue interesando: las fuentes de luz, las tonalidades, la luz en sí, el diseño de las luminarias, la arquitectura, los espacios…

Con cada cliente aprendes, con cada espacio disfrutas, y cuando acabas la obra y ves su resultado, sales muy motivado para enfrentarte al reto siguiente.

Hemos tenido la suerte y el acierto de hacer obras de todo tipo: pequeñas, grandes, fáciles, difíciles y algunas muy complejas; desde un piso de Barcelona hasta la Casa Batlló, la Sala XX de los Derechos Humanos de la ONU, un aeropuerto, restaurantes, hoteles, centros comerciales, etc… La conclusión es clara: no hay ninguna obra igual a otra, todas tienen su qué, de todas aprendes, todas y cada una hacen que el proyecto sea diferente al anterior, y eso hace que nuestro trabajo no sea nunca monótono.

La luz es subjetiva, la luz es vida, la luz es pasión.

La historia de ca2L

Como suele ocurrir, la historia de ca2L se puede contar en su versión larga o haciendo un resumen, pero optaremos por el resumen para no aburrir demasiado.

La empresa como tal empieza el 1 de enero de 1990 en Barcelona, a pesar de que la experiencia en el mundo de la iluminación de sus fundadores empezó en 1981 en otras empresas del sector (tienda y fábrica).

A principios de 1990 éramos tres, pero al acabar el año ya éramos cuatro socios y un empleado. Estábamos instalados en un local de 35 m2 en la calle Calabria, veinte de los cuales eran de exposición; ¿os lo imagináis? Ya en aquella época, nuestro trabajo consistía en asesorar a los profesionales (arquitectos y decoradores), por lo tanto ya nos encargábamos del proyecto lumínico y después comercializábamos el producto. Fueron años duros, en los que sufrimos lo que hasta entonces había sido una de las crisis más fuertes, la de 1992 a 1994.

No fue hasta 1995 que volvimos a levantar cabeza y pudimos cambiar de local y fuimos a caer en la calle Sepúlveda. La verdad es que aquel año coincidieron varios hechos positivos para ca2L. Por un lado, la crisis se acababa, la actividad económica despegaba y nuestro trabajo de ir sembrando durante años con los clientes y buscando partners (proveedores) adecuados empezó a dar frutos, con la obtención de diversas exclusivas famosas en la época, como Agabekov y Modular. Esta última tenía un producto muy comercial, único en aquel momento, que nos abrió la puerta a un cliente como Mango, de quien acabamos iluminando más de mil tiendas.

Más adelante trabajamos con marcas muy reconocidas, como Catellani & Smith o Louis Poulsen, entre otras.

Este volumen, añadido a otros proyectos muy emblemáticos, como la casa Batlló y muchos otros menos conocidos, acabó situando a ca2L como la empresa de iluminación (no fabricante) del Estado de mayor crecimiento entre 1994 y 2007.

En este período de trece años pasamos de 5 personas a 65, a tener delegaciones por todo el Estado, a trasladarnos del local de 220 m2 de la calle Sepúlveda a uno de 900 m2 en el paseo de Sant Joan, y a multiplicar por doce nuestra facturación. Fue la época loca de la (falsa) bonanza económica vivida en este país. Un tiempo pretérito y que probablemente ya no volverá.

Como todo el mundo sabe, en 2008 empezó la famosa crisis en forma de “L”, en la que estamos instalados, o tal vez no, tal vez ya no es una crisis, sino un cambio de paradigma en el cual el mundo de la arquitectura, de la decoración, de la construcción, y claramente el mundo de la iluminación, han sufrido una sacudida espectacular. Con descensos en el mundo de la arquitectura del 90 por ciento, y del 70 u 80 por ciento en el mundo de la iluminación dentro del Estado. Otra cosa eran los exportadores, entre los cuales no figuramos. Y así, hemos vuelto a los orígenes, con un local de 150 m2 y una estructura de doce personas, que nos vuelve a hacer más próximos con nuestros clientes, algo que habíamos perdido un poco a lo largo de este período de expansión empresarial.

Eso sí, nunca hemos perdido la calidad en el diseño, punto fuerte que nos caracteriza; nunca hemos perdido el espíritu de ca2L, que es la luz por encima de todo; nunca hemos perdido la idea que lo principal es hacer las cosas bien y que el cliente quede satisfecho con el ambiente creado por la luz. Solo per esto, todavía estamos ahí. Por desgracia, hay algunos que no pueden decir lo mismo.

Esta es una nueva etapa, en la que los LEDs son los protagonistas absolutos, que una empresa madura como ca2L, con 25 años de historia, afronta con la máxima ilusión. Y con la esperanza que después del temporal viene el buen tiempo, y que todavía se puede innovar mucho en el terreno del diseño de la luz, que es donde nos sentimos cómodos.

Equipo ca2L

Nuestro nombre, ca2L

A menudo nos preguntan el porqué de este nombre tan poco convencional y, hay que decirlo, de entrada un poco difícil: ca2L. Aprovecharemos que tenemos esta plataforma para contároslo.

Cuando decidimos iniciar esta aventura con la fundación de la empresa, hace ya 25 años, nuestro proyecto no era muy ambicioso y nuestra experiencia como empresarios, nula. Sabíamos solo lo que habíamos aprendido en nuestras experiencias laborales anteriores —y hay que decir que los fundadores trabajábamos en la misma empresa.

Lo primero que necesitábamos era un nombre, un nombre original, que no fuera de esos típicos que contienen la palabra luz o lux: de estos ya había demasiados incluso entonces.

Al cabo de unas semanas dándole vueltas, y barajando propuestas de todo tipo, algunas incluso escandalosas, ridículas e inconsistentes, fue el padre de dos de los socios quien tuvo la idea: puesto que éramos tres socios, dos de los cuales apellidados Calero y otro López, podíamos llamarnos CA2L.

Nos gustó de inmediato. Sabíamos que no era el mejor nombre del mundo, pero nos acabó de convencer el hecho que muy probablemente nadie tendría un nombre parecido en el mundo de la iluminación y que esto nos diferenciaría, además de facilitar el registro del nombre —con lo que, evidentemente, no hubo ningún problema.

Pero, obviamente, las cosas nunca son fáciles del todo. Registrar el nombre sí fue fácil, pero acostumbrar a clientes, proveedores, prescriptores, amigos y conocidos a decir bien el nombre fue muuuy difícil. Podríamos dedicar un artículo entero a enumerar la infinidad de maneras en que lo hemos visto escrito, algunas bastante curiosas: KA2L, KLL, CADOSELE, CALL, K2L… Y, la más original de todas: CALDOS.

Pero el caso es que, cuando alguien se lo aprende, ¡ya nunca más se le olvida!

Equipo ca2L

(Hay que decir que seis meses después de iniciar la actividad con el nombre ca2L, incorporamos a un cuarto socio cuyo nombre y apellido empiezan por P, y que fue ya imposible incorporar al nombre de la empresa.)

ca2L, desde 1990

Este año celebramos el 25 aniversario de ca2L.
25 años dedicados a la luz. Un cuarto de siglo se dice pronto, y han sido años intensos, apasionados, vividos, con momentos dulces y otros más duros, pero, al fin y al cabo, 25 años por los que nos sentimos agradecidos.

Cuando decidimos iniciar esta aventura no sabíamos a qué puerto nos llevaría. Pero, manteniendo la ilusión, hemos visto cómo a lo largo de los años el mundo de la iluminación ha ido cambiando —incluso más que nosotros mismos. Hemos visto como la tecnología se incorporaba del todo a nuestro «mundo», en especial estos últimos años, con los LEDs y el control de la luz. Hemos sufrido la crisis económica. Y estamos observando cómo la combinación de los elementos provoca un replanteamiento en nuestro sector, al mismo tiempo que, osamos decir, lo hace también en el conjunto de la sociedad.

Celebramos este aniversario estrenando nueva etapa, presentado nuestra nueva web y nuestro blog, que esperamos poder compartir con vosotros. Es una nueva etapa llena de energías (¡sostenibles, por supuesto!) en la que queremos «aportar» al mundo de la iluminación, ese mundo que nos cautivó desde el primer momento —incluso mucho antes del nacimiento de nuestra empresa—, éste que todavía nos conmueve y nos permite contribuir y completar cualquier espacio, para llevarlo un poco más lejos en confort, comodidad, practicidad, belleza, etc. En definitiva, para mejorarlo.

Estamos agradecidos a todos aquellos que nos habéis ayudado a llegar hasta aquí y contentos de poder compartir este momento con vosotros.

Equipo ca2L